Castilla-La Mancha prevé una cosecha temprana en 2023
Esta próxima temporada de recolección se caracteriza por presentar un adelanto sin parangón, debido principalmente al inicio temprano de la brotación de la vid, acompañado de un clima extremadamente seco y caluroso durante el mes de abril y gran parte de mayo.
Este avance sin precedentes también se atribuye a la ocurrencia de episodios de lluvia casi generalizados en todas las áreas vitivinícolas de la región tras el periodo de calor. A pesar de que las precipitaciones, oscilando entre 100 y 120 litros por metro cuadrado, han mejorado el aspecto exterior de la viña, estos sucesos climatológicos coincidieron con el cuajado de un gran número de variedades tempranas, especialmente las tintas.
En cambio, se espera que las variedades más tardías, como la variedad Airén, que con más de 192.000 hectáreas (representando el 43% de la superficie vitivinícola regional), y por ser la más resistente y mejor adaptada al ecosistema manchego, pueda mejorar las expectativas que inicialmente se tenían al inicio del desarrollo vegetativo de la vid.